La disartria es una afectación neurológica del Sistema Nervioso Central y/o periférico que produce dificultades en la programación o la ejecución motora, dando lugar a la presencia de alteraciones en el recorrido muscular, la fuerza, el tono, la velocidad y la precisión de los movimientos realizados por la musculatura de los mecanismos que participan en la producción del habla.

Clasificación de las disartrias

Tener en cuenta el subtipo de disartria que presenta cada paciente es de vital importancia a la hora de elaborar el programa de intervención. De esta forma nos podemos encontrar con:

  • Disartria fláccida. Se presenta hipotonía, parálisis, paresia, atrofia muscular, fasciculación, fibrilación y, ocasionalmente, un rápido agotamiento muscular con buena recuperación en reposo.
  • Disartria espástica. Se caracteriza por la presencia de espasticidad , hiperreflexia y reducciones en el recorrido muscular y la velocidad del movimiento de la musculatura velopalatina, lingual, labial, mandibular y diafragmática.
  • Disartria atáxica. Aparece hipotonía y alteraciones en la coordinación de movimientos complejos de grupos musculares implicados en el habla. Se observan dificultades para realizar movimientos simultáneos y secuenciales, movimientos lentos y de recorrido reducido de la musculatura, así como respiración paradógica.
  • Disartria hipocinética. Se produce una reducción en el recorrido muscular y la velocidad de los movimientos, debido a la rigidez muscular. Esto impide que el paciente pueda realizar cambios rápidos y ajustes finos de la musculatura del velo del paladar, de la lengua, de los labios, de la laringe y de los músculos implicados en la repiración.
  • Disartria hipercinética. Se caracteriza por la aparición de movimientos anormales involuntarios y que se dan en reposo, durante posturas sostenidas o mientras se realizan movimientos voluntarios.
  • Disartria mixta. Engloba un grupo muy heterogéneo de alteraciones neurológicas, por lo que en ella aparece más de un rasgo clínico presente en disartrias puras. Por ejemplo, las personas que sufren ELA (esclerosis lateral amiotrófica), presentan un habla lenta, de articulación imprecisa. En la esclerosis múltiple (EM), que es una enfermedad degenerativa desmielinizante, el tipo de disartria que presente, dependerá de los lugares que sufren la desmielinización. En la enfermedad de Wilson (EW), aparece una disartria mixta en la que predominan los componentes atáxicos, espásticos e hipocinéticos.

Intervención

Una vez que se ha identificado el tipo de disartria que presenta el paciente y, sobre todo, la sintomatología, realizaremos el programa de intervención más adecuado a cada necesidad, pero que en líneas generales, irá encaminado a intervenir en:

  • Alteraciones de la fonación.
  • Alteraciones de la resonancia.
  • Alteraciones de la respiración.
  • Alteraciones de la articulación.
  • Alteraciones de la tasa del habla.
  • Alteraciones de acento y de entonación.

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